Las pieles envejecidas pierden luminosidad y cambian de color, pasando de un color anaranjado rosáceo a un color amarillo pardusco.
La aplicación de un colorímetro en la superficie de la piel permite cuantificar el color exacto de la piel en términos matemáticos expresado en tres parámetros: índice de luminosidad, índice azul-amarillo, índice verde-rojo.
Ecografía de alta frecuencia
Otra técnica útil que permite determinar las propiedades físicas de la piel es la imagen de ecografía de alta frecuencia.
Las ondas de sonido que atraviesan la piel generan “ecos” en la interfase de los tejidos donde existen cambios de impedancia acústica.
Utilizando una proyección gráfica que exhiba la intensidad de los ecos, es posible obtener información de la estructura y función de la piel sin recurrir a la biopsia.
Test topométrico de piel
El test topométrico óptico de la piel (FOITS) es uno de los más avanzados y eficaces métodos para realizar medidas e incluso mostrar retalles.
Se basa en el escaneo de la superficie de la piel por medio de una cámara fotográfica que capta imágenes a nivel microscópico
Luego las imágenes se registran y procesan por un programa que evalúa los diferentes relieves de la superficie de la piel.
Esto permite evaluar arrugas, profundidad de las mismas, y mejorías luego de distintos tratamientos cosmetológicos.
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