La epilación es la eliminación de todo el cabello, incluida la parte debajo de la piel, y dura más que la depilación. Los métodos incluyen el encerado, aparatos de depilación, láser, luz pulsada intensa o pulsos eléctricos. El cabello es también a veces eliminado con pinzas.
La principal ventaja de la epilación es el potencial de la eliminación total del folículo piloso cuando los productos se utilizan correctamente. Estos procedimientos no sólo eliminan el vello no deseado, sino que también retrazan el crecimiento del cabello hasta que el bulbo se reforma. La epilación es dolorosa para el usuario por primera vez, pero con la técnica y la práctica, este dolor puede ser minimizado drásticamente. La infección y el crecimiento hacia adentro de los pelos son posibles efectos secundarios de la epilación. La adecuada limpieza de la piel y el pelo antes de su utilización puede minimizar estos efectos adversos.
Los depilatorios son preparados o procesos que se utilizan para eliminar el vello a través de un proceso mecánico o de degradación química. La forma más común de la depilación es afeitarse. Otra opción popular es el uso de químicos depilatorios, que trabajan rompiendo el enlace disulfuro de las cadenas de la proteína del cabello, reduciendo su fuerza, y haciendo que el pelo se desintegre.
Los depilatorios claramente sólo elimina el vello en la superficie y sin el dolor asociado a los epilatorios. La irritación química siempre tiene un potencial efecto secundario en los depilatorios cuando el producto no está bien aplicado y se frota sobre la piel en lugar de sólo a través del cabello.
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